Tabatinga: Una experiencia lasallista de sinodalidad en el corazón de la Amazonía
“La Triple Frontera” es el título del más reciente trabajo audiovisual publicado por el Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad, en el que se narra la experiencia sinodal de la comunidad La Salle de Tabatinga, una obra que inspirada en el ‘Proyecto Levadura’ y sostenida por la Región Latinoamericana Lasallista (RELAL), donde “unimos nuestro talento y riqueza como congregación a un trabajo conjunto con otras congregaciones, como Pueblo de Dios”, según afirma el Hno. Vinicio González, secretario de misión y gestión de la RELAL.
La comunidad de Tabatinga se ubica en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, en el corazón de la extensa región amazónica, y nace como una respuesta creativa al llamado que el Papa Francisco ha hecho a vida religiosa y a los misioneros tras la celebración del Sínodo Panamazónico en 2019. “Como congregación religiosa que se dedica a la educación, la Iglesia nos invita a seguir educando en otros contextos diferentes a una escuela”, asegura el Hno. Vinicio.
En efecto, “esta comunidad es bastante diferente de lo que tradicionalmente hemos hecho los Hermanos de La Salle, que estamos focalizados en la educación, en instituciones de educación primaria, secundaria y universitaria”, comenta en el documental el Hno. Daniel Niño, uno de sus integrantes, quien ha subrayado que “aquí no tenemos ninguna obra educativa. Lo que tenemos es una comunidad que acompaña a las comunidades indígenas, ribereñas, de ambientes rurales y urbanizados a lo largo del río Amazonas en los tres países”. No tener un colegio, una escuela u otro tipo de obra educativa propia, “nos ha hecho descubrir esta riqueza de la sinodalidad”, reitera el religioso colombiano.
De la teoría a la práctica
Por su parte, el director de la comunidad, el Hno. Marco Salazar, considera que “aquí en Tabatinga tenemos la gracia de estar invitados a vivir la sinodalidad”, algo que “no es fácil, es muy difícil, suena muy bien en los documentos, pero yo creo que tenemos la dicha de experimentarla”.
Desde su experiencia, el Hno. Marco comparte que “al llegar aquí, a estas tierras, me percaté inmediatamente de esa riqueza, de esa vitalidad, de este signo sinodal. Aquí uno necesariamente está invitado a trabajar en conjunto, como Pueblo de Dios, como Iglesia peregrina, y aquí se vive muy fuertemente eso. La sinodalidad es con los Misioneros Maristas, con las Lauritas, con las Vicentinas, con los catequistas de aquí, los jóvenes, los padres, el obispo. Es todo un aprendizaje que se siente de verdad”.
“La sinodalidad, que es caminar juntos, la vivimos los Hermanos de La Salle al trabajar junto con personas de otras comunidades, con voluntarios, con religiosos, con religiosas, con sacerdotes, codo a codo en proyectos de diferente índole”, agrega el Hno. Daniel, refiriéndose de modo específico al proyecto ‘Iglesia Sinodal con rostro Maguta’, en el que se ofrece formación a los agentes de pastoral de los pueblos Tikuna. “El grupo de coordinación de este proyecto ha ido creciendo, han salido algunos misioneros, han llegado otros, nosotros mismos hemos llamado a los Maristas, con quienes compartimos el carisma de la educación, y juntos hemos ido avanzando en este proceso de formación. Esa es una manera concreta en la que estamos viviendo la sinodalidad”.
“Dios es sinodal”
“Dios es sinodal, Él es el primero que se metió a trabajar con nosotros, a unirse a nuestra experiencia humana de misericordia, de divinidad”, asevera con convicción el Hno. Marco, argumentando que “la sinodalidad es lo que la creación hace, la naturaleza nos lo comparte todo, camina con nosotros, nos brinda el aire, el agua, todo. La sinodalidad no es una teoría, se vive, se gusta, olfateando la lluvia, el barro, el sudor de la gente que sufre, que trabaja aquí en la Amazonía y en cualquier parte de nuestra América y nuestro planeta”.
También el Hno. Vinicio, quien ha acompañado en varias oportunidades a la comunidad de Tabatinga y, de un modo especial, cuando se realizó allí el 2.º Congreso de Voluntariado de la RELAL, está convencido de que “el Amazonas un lugar de Dios que huele a sinodalidad”.
Además de las voces de los Hermanos Daniel y Marco, la narrativa audiovisual “La Triple Frontera” recoge las experiencias de Fray Kellycio Medeiros, un franciscano capuchino; Maria Luíza Opimi dos Santos, una misionera de la comunidad Obra de María; y Alejandra Castellanos, una voluntaria marista. El documental se encuentra disponible en el canal de Youtube del Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad, dura 12 minutos y hacer parte de la serie Historias de Sinodalidad. Puede verse a continuación: