El 30 de noviembre de 2023 se celebrará la Asamblea Anual de Solidarity with South Sudan en la Casa Generalicia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Esta Asamblea es la autoridad competente para aprobar el presupuesto anual y todos los gastos, garantizando así informes y datos certificados para los donantes. También es responsable de nombrar a los miembros de la Junta Directiva.
Este año asistirán a la reunión unas 70 personas, entre ellas cuatro miembros de embajadas y un representante del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, más de 30 congregaciones y diversos donantes.
Los temas clave de esta jornada serán el informe sobre la situación económica, la presentación del nuevo Plan Estratégico y la celebración del 15.º aniversario de la Asociación.
Desde su concepción, Solidarity with South Sudan siempre ha tenido como objetivo crear instituciones y programas educativos, sanitarios y pastorales autosostenibles que ayuden a capacitar a la población de Sudán del Sur para construir una sociedad justa y pacífica.
Solidarity es una iniciativa de colaboración de institutos de religiosos y religiosas, que representan a la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y a la Unión de Superiores Generales (USG) respectivamente, y de la Iglesia de Sudán del Sur en cooperación con la Conferencia Episcopal de Sudán.
Todo se inició en 2008 con una petición de la Conferencia Episcopal Sudanesa. La palabra clave era «solidaridad», y el objetivo era Sudán del Sur: de ahí el nombre del proyecto.
Solo en los diez primeros años, entre 2008 y 2018, Solidarity with South Sudan consiguió formar a 475 maestros de primaria, 190 enfermeras y comadronas, más de 1.000 agricultores y más de 1.500 agentes de pastoral.
En la actualidad, 19 miembros de Solidarity with South Sudan, procedentes de 13 países diferentes (incluidos religiosos y laicos que representan a 14 congregaciones religiosas católicas), ofrecen voluntariamente su tiempo y sus talentos en 4 comunidades distintas.
Un total de 260 congregaciones, donantes privados y agencias internacionales apoyan el proyecto con financiación, personal y conocimientos.
En estrecha colaboración con la Iglesia local, el proyecto gestiona un centro de formación de profesores, un centro de formación sanitaria, una granja sostenible con un programa de sensibilización y servicios de pastoral.
En el futuro, Solidarity, aunque quiere seguir respondiendo a las realidades sociales y económicas que afectan a la vida cotidiana de las personas, centrará más sus esfuerzos en crear programas aún más sostenibles. Todo ello en nombre de la paz y de la solidaridad.