Los tres siglos que nos separan del nacimiento de San Juan Bautista de La Salle han sido muy ricos. Prueba de ello es la continuidad de su misión y el testimonio en diferentes contextos de su herencia espiritual.
En la actualidad, la gran familia de La Salle está formada por más de 3.000 Hermanos, que junto con los 90.000 educadores y numerosos colaboradores seglares atienden a más de 1.100 obras educativas, en 80 países más de 1 millón de alumnos, entre niños, jóvenes y adultos.
Los centros educativos del Instituto Lasaliano abarcan todos los niveles: educación infantil y primaria, secundaria y bachillerato, centros de educación no formal, centros de formación profesional e institutos universitarios.
Aproximadamente la mitad de los estudiantes lasallistas están en riesgo de exclusión socio-educativa en los países y/o contextos más frágiles de nuestro planeta. El espíritu de la Misión, de hecho, implica ofrecer una oportunidad educativa a quienes de otro modo no tendrían acceso a la educación y fomentar la inclusión de los grupos sociales más marginados, las mujeres y las niñas, y los estudiantes con necesidades especiales, en todo el mundo.
A través de sus centros educativos, el Instituto La Salle escucha las necesidades de las realidades en las que interviene y responde con programas integrados y sostenibles para que sus escuelas se conviertan en un motor de desarrollo para toda la comunidad.
Para hacerlo posible, el Instituto se apoya en el Secretariado de Solidaridad y Desarrollo y en una red internacional de organizaciones lasallistas sin ánimo de lucro que, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, realizan proyectos de solidaridad, cooperación al desarrollo y voluntariado para construir un mundo más equitativo.
La actividad educativa de la Misión Lasaliana se lleva a cabo en diferentes sectores sociales. El Instituto siempre se ha comprometido con la educación para los derechos del niño. En 1990, Año Internacional de la Alfabetización, la UNESCO otorgó el premio NOMA a las instituciones lasalianas. Hay colaboración con el proyecto intercongregacional “Solidaridad con Sudán del Sur“ de la Unión de Superiores Generales. El Instituto es también uno de los miembros fundadores del BICE (Bureau International Catholique de l’Enfance).