“Permanecer con la gente”, la opción de los Hermanos en Líbano
Durante las últimas semanas Líbano ha sido foco de atención mundial ante el espiral de guerra y violencia que allí, como en otros países de Oriente Medio, ha cobrado la vida de tantos inocentes.
“Sigo con preocupación lo que está ocurriendo en Oriente Medio y pido, una vez más, un alto el fuego inmediato en todos los frentes”, ha dicho el Papa Francisco, que en múltiples oportunidades ha insistido en que “la guerra es una derrota para todos”.
Sensible a la dramática situación que vive el pueblo libanés, la Familia Lasaliana viene desarrollando diversas iniciativas de apoyo y a favor de la paz, como la jornada de oración liderada por la Región Lasaliana Europa Mediterráneo (RELEM) el pasado 7 de octubre.
Mientras tanto, los lasalianos del Distrito Proche-Orient que se encuentran en Líbano, continúan acompañando a la población afectada y a las víctimas, sobre todo a las familias de los estudiantes lasalianos, compartiendo con ellas las incertidumbres de cada día, sin dejar de sostener la fe y la esperanza, como ha manifestado en diversas oportunidades el Hno. Habib Zraibi, Visitador del Distrito.
‘Fratelli Líbano’
También en Líbano se encuentra cerca de la ciudad de Sidón una comunidad de Hermanos Maristas y Lasalianos que desde hace nueve años llevan adelante el Proyecto ‘Fratelli Líbano’, una iniciativa socioeducativa que ofrece alternativas de formación y de lúdica, así como espacios de fraternidad a los más vulnerables, la mayoría de ellos refugiados sirios y población local en condiciones de pobreza.
La comunidad ‘Fratelli Líbano’ está compuesta por dos Hermanos Lasallistas, dos Hermanos Maristas y un matrimonio redentorista. El Hno. Guillermo Moreno, del Distrito Arlep, ha compartido con varios medios su testimonio ante lo que se está viviendo, y ha concedido una entrevista especial a la Conferencia de Religiosos de España (Confer), de la cual compartimos algunos fragmentos:
Pregunta.- ¿Cómo ha sido el proceso de discernimiento personal que lleva a sobreponerse a una situación como la que nos llega que se vive en la zona y la balanza se inclina hacia quedarse a ayudar?
Respuesta.- Pues el tema del discernimiento personal y comunitario ha sido algo que me ha tocado especialmente en las dos últimas semanas. A nivel personal viví un primer momento de dudas (…), pero lo cierto es que me puse ante Dios en la oración y era muy claro que el criterio de discernimiento de un cristiano siempre tiene que ser el amor y no podemos tomar decisiones basadas en el miedo porque más tarde o temprano nos arrepentiremos (…).
Por eso que al final la pregunta era ¿Señor qué quieres de mí en este momento? Y apareció muy clara su respuesta: permanecer con la gente y ayudarles en este momento tan difícil.
Creo que todos los que nos hemos sentidos llamados a entregar la vida al Señor como consagrados, sabemos que supone una donación total que muchas veces se traduce en una entrega en lo cotidiano y pequeño, con sencillez y sin buscar publicidad. Así he vivido la mayor parte del tiempo, pero otras veces el Dios del Amor nos pide responderle en contextos menos cotidianos y situaciones más complicadas y lo lógico, lo normal, es seguir dando esa respuesta de entrega total hasta que algo lo impida. Muchas veces me digo a mí mismo: Guillermo, ¿a quién sigues? Es a Jesús que murió en una cruz, es al Dios que se hizo pequeño entre los más vulnerables. No tengo vocación de héroe ni de mártir, es simplemente seguir la lógica que me ha acompañado hasta aquí. Lo extraño sería marcharse, dejar a la gente, dar la espalda, nunca lo he hecho cuando estaba en España y Portugal, ¿por qué iría a hacerlo ahora? Creo que la mayor parte de vosotros haríais lo mismo que yo si estuvieseis aquí.
Pero hay otra dimensión en el discernimiento y es la parte comunitaria. Yo no vivo solo ni puedo prescindir de la comunidad. Aunque para mí era claro que me tenía que quedar, yo no quería imponer mi criterio a nadie. Estaba abierto a asumir una decisión comunitaria diferente y también a obedecer a nuestros Hermanos Superiores en Roma si nos pedían que saliésemos, pero gracias a Dios ninguna de las dos cosas pasó. Al contrario, nuestros Hermanos del Consejo Fratelli nos dieron la libertad para decidir como comunidad y respetarían nuestra decisión. Y los seis miembros de la comunidad, uno por uno, decidió quedarse aquí con la gente.
Tuvimos varias reuniones para ir compartiendo cómo nos sentíamos con lo que estaba pasando, con el sonido permanente de las bombas a nuestro alrededor… compartíamos las noticias que nos iban llegando y también las ideas que cada uno tenía sobre posibles escenarios futuros. Ese discernimiento nos ha ido llevando a ser creativos en la misión y poco a poco nos hemos ido ilusionando en un proyecto que nos llena actualmente el tiempo y el corazón.
P.- ¿Qué acciones concretas está realizando la comunidad para atender a quienes más lo necesitan?
R.- El 23 de septiembre empezó la guerra y obligaron a cerrar todos los centros educativos, pero después de una semana empezamos con pequeñas acciones que en los días sucesivos se han ido consolidando y ahora mismo se centran en tres:
– Espacio educativo: cada día abrimos por la mañana el centro para que los niños que viven más cerca puedan venir andando y estar dos horas jugando y conviviendo en paz. Al terminar les damos una pequeña merienda. Empezaron viniendo 20 hace 10 días y hoy en día tenemos 163. Creemos que seguirá aumentando en los próximos días
– Apoyo psicosocial: cada día dos furgonetas salen a visitar familias de la zona cercana a nuestro centro. Casi todo el mundo ha acogido a una o dos familias más en su casa y muchos viven en la calle. Lo primero es preguntarles como están y ofrecerles Fratelli como una mano amiga en este tiempo de desesperación.
– Ayuda humanitaria: hemos empezado a descubrir necesidades y a distribuir comida, mantas, colchones, medicinas, material higiénico… Hemos presentado un proyecto a diferentes donantes de Europa para recaudar fondos para ayudar a unas 2.000 familias en los próximos tres meses. A parte de ayudar a las familias de nuestra zona también hemos empezado a ayudar a otras Asociaciones que están ayudando a desplazados en Sidón y en Beirut.
P.- ¿Ves cercana una solución que devuelva una tranquilidad real a todos los que estáis viviendo esta dura realidad?
R.- Todo el mundo dice que, aunque la guerra termine en unas semanas, la crisis humanitaria que se ha provocado va a tardar meses en solucionarse. Se habla ya de más de un millón de desplazados internos, solo en nuestra zona hay 90.000 desplazados.