El movimiento levadura es una invitación a cada lasaliano, comunidad, obra educativa y a toda la Familia Lasaliana en general, a iniciar un movimiento en salida a las periferias para llevar el Evangelio, por medio de la educación, y para encontrar a Dios allí.
Asimismo, de acuerdo con el Hno. Alfonso Novillo, Secretario General del Instituto, “la nueva estructura de gobierno, a partir de los tres Consejos (General, CIAMEL y económico) las Oficinas y las Comisiones, facilita un mayor desarrollo de los caminos de transformación definidos por el 46.º Capítulo General, mediante estructuras de reflexión, deliberación y consejo”, que también favorece “alinear, integrar y poner en práctica nuestros compromisos con las periferias a nivel local, regional y global”.
Producir un efecto renovador
Desde una perspectiva sinodal “tenemos la oportunidad de producir un efecto renovador a partir de la polinización cruzada, aprovechando la multiculturalidad que tiene el Instituto, encontrando dinámicas para ampliar la visión y generando conexiones con proyectos muy distantes, insertos en las periferias semejantes entre sí”, aseveró el Hno. Martín Digilio, Consejero General, al referirse al ‘movimiento levadura’ como un movimiento apostólico para “tocar los corazones”.
“El principio que dinamiza el ‘movimiento levadura’ es el de la simultaneidad”, continuó el Hno. Martín, al señalar que “es necesario aprovechar la gran capacidad de incidencia que tiene nuestro Instituto en todos los lugares donde estamos, en términos de la riqueza de las personas, la cantidad y diversidad de experiencias y proyectos educativos pero, sobre todo, la mística común que nos anima”, para lo cual será de gran importancia contar con los organismos de las Regiones, donde “las Conferencias de Visitadores tienen un rol fundamental, desde los acuerdos que se generen”.
En el terreno práctico el Hno. Michael Fehrenbach, Visitador del Distrito Midwest de los Estados Unidos, considera que “formar parte de una ‘comunidad Levadura’ significa que cuando entramos en la realidad de la gente de las periferias, nos comprometemos con ellos, comprendemos la necesidad de justicia y somos evangelizados por ellos al entrar en contacto con sus vidas”.
En el caso del Distrito de Australia-Nueva Zelanda-Papúa Nueva Guinea y Pakistán, su Visitador, el Hno. Timothy Peter, comparte que “en cuatro sectores del Distrito nos ocupamos de los pobres y, en particular, de quienes sufren problemas de salud mental y de quienes padecen una situación de acoso en los colegios”.
De igual forma en el marco del ‘movimiento levadura’, el Distrito de Madagascar espera “crear un centro para jóvenes agricultores en el que se ofrecerá dos tipos de formación: formación educativa para futuros técnicos profesionales y formación para quienes no han concluido sus estudios, de modo que puedan acceder a un empleo”, explica su Visitador, el Hno. Julien Ratsimbazafy.
Los lasallistas en Italia también han venido realizando opciones en la perspectiva del ‘movimiento levadura’. “La experiencia de Scampia, en Nápoles, rescata a jóvenes de un barrio donde se vende droga, sobre todo cocaína, los apoya en su recuperación académica y les ayuda para que obtengan títulos” que les permita tener una nueva oportunidad. De ahí que “Scampia hace de levadura”, concluye el Hno. Gabriele Di Giovanni, Visitador del Distrito de Italia.