Durante la primera semana de junio, una delegación del Distrito lasaliano de Irlanda-Gran Bretaña-Malta ha visitado el Distrito Arlep (Agrupación Lasaliana de España y Portugal), reuniéndose con el Equipo de Animación y con el Consejo de la MEL del Distrito.
“El objetivo de la visita, además de compartir diferentes experiencias y estrechar lazos, era conocer de primera mano la realidad de ambos Distritos, su organización y los retos existentes”, se lee en una nota publicada por el Distrito Arlep.
La agenda desarrollada inició con la visita de las comunidades y la enfermería de Hermanos Mayores en Griñón, cerca de Madrid, sosteniendo encuentros y diálogos con los Hermanos mayores.
Posteriormente, el 4 y 5 de junio, se realizaron “reuniones de ambos equipos de animación para compartir en torno a la organización del Distrito, la formación, la asociación, las conclusiones de la recientes Asambleas de la Misión Educativa Lasaliana (MEL) de ambos Distritos”, al tiempo que se abordaron los “desafíos encontrados tras la II AMEL de la RELEM, y cómo avanzamos en el dinamismo surgido del Proyecto Levadura”. “Se concluyó esa parte del encuentro identificando futuras acciones que permitan un mayor conocimiento mutuo y avanzar juntos en algunos temas”.
El 6 de junio el encuentro continuó con la reunión de los Consejos de la MEL de ambos Distritos, “compartiendo el funcionamiento de los mismos, la realidad de ambos Distritos y las oportunidades de un futuro compartido”.
El viernes 7 de junio el grupo del Distrito de Irlanda-Gran Bretaña-Malta se dirigió al Colegio La Salle Sagrado Corazón, en Madrid, para conocer de cerca la escuela en clave del Nuevo Contexto de Aprendizaje (NCA).
“Ha sido una semana valorada muy positivamente por todos los participantes, donde se ha manifestado la fraternidad, la cercanía, la transparencia en la comunicación y la ilusión por seguir promoviendo la identidad y la vitalidad de las obras educativas y las comunidades lasalianas”, fueron algunas de las conclusiones de este encuentro interdistrital. “Los momentos de oración, eucaristía y ocio compartidos también tuvieron su espacio y contribuyeron al éxito de la experiencia”.