Autor: Hermano Simon Thien
El Vietnam acogió a 6 Hermanos franceses que vinieron a iniciar la misión lasaliana el 6 de enero de 1866. Tres días más tarde, el 9 de enero de 1866, los Hermanos comenzaron a gestionar la primera escuela en Sai Gon. La historia de la familia lasaliana en este país afrontó su mayor reto desde el final de la guerra (1975). El Gobierno se apropió de todas los colegios lasalianos. Los Hermanos han aumentado lentamente gracias a la presencia activa y al servicio a los pobres en cada oportunidad que aparece. En la actualidad, tenemos 88 Hermanos en el Distrito. De los 88 Hermanos, cerca de 40 tienen menos de 40 años. Los Hermanos tienen 4 colegios de los cuales dos ofrecen educación gratuita a todos los alumnos. Además de los colegios, los Hermanos asisten a los alumnos por medio de internados en muchos lugares donde tenemos una comunidad. Hay unos 110 profesores seglares que comparten la misión lasaliana con nosotros. Tres congregaciones femeninas envían a sus Hermanas a dar clase en nuestra escuela. Unos 2100 alumnos están ahora en nuestras escuelas e internados. Unos 600 alumnos reciben educación gratuita.
En el diciembre de 2019, los Hermanos de La Salle del Distrito de Vietnam se reunieron en La San Mai Thon para celebrar la ceremonia de clausura del Año Jubilar, que conmemora el 300 aniversario de la entrada en el cielo de nuestro Fundador (1719-2019). Mons. Louis Nguyen Anh Tuan, obispo auxiliar de la archidiócesis de Saigón, antiguo alumno lasaliano, presidió esta ceremonia de acción de gracias con los Hermanos y la familia lasaliana vietnamita.
[…] A lo largo de este año, los Hermanos y los Lasalianos han tenido varias oportunidades de recordar la vida de nuestro Fundador y han podido reflexionar sobre cómo pueden actuar para hacer realidad su sueño de los niños pobres en Vietnam hoy. Muchas veces se les ha desafiado a reflexionar sobre cuestiones tales como: si el Fundador viviera en Vietnam hoy,
¿cómo respondería a las necesidades educativas de los pobres y de la juventud en general?
¿Qué más se debería hacer o cuáles serán los próximos pasos para hacer que la misión lasaliana en Vietnam responda eficazmente a las necesidades educativas reales de la juventud hoy?
La ceremonia comenzó con la oración y reflexión sobre los acontecimientos de la vida de Nuestra Señora, por parte de algunas comunidades. A través de esta sencilla actividad, los lasalianos tuvieron ocasión de recordar a nuestro Fundador que vivió su vida con total devoción a la Madre María y a través de su ejemplo nos invitó a encontrar a Jesús en la vida diaria. El Fundador aprendió de la Madre María a seguir a Jesús, a consagrar su vida a Dios, a salir al servicio de los demás, y nosotros hacemos lo propio para ser auténticos lasalianos.
[…] Al final de la misa, en nombre de los Hermanos de Vietnam, el Hermano Visitador Joseph Le Van Phuong dio una breve charla para agradecer a todos los lasalianos que vinieron a celebrar el día, a las personas que sirvieron y prepararon todo para que la ceremonia se desarrollara sin problemas. En particular, expresó la gratitud del Distrito a los lasalianos que han apoyado generosamente a los Hermanos en la Misión Lasaliana y en la promoción vocacional. Recibió oficialmente a algunos de ellos como Bienhechores del Distrito y les distribuyó el certificado de Bienhechor. El Obispo Louis Nguyen Anh Tuan distribuyó los certificados de bendición papal a estos bienhechores en nombre de los Hermanos.
La ceremonia de clausura se celebró con una sencilla actividad fuera de la Capilla. El logo 300 del Año Jubilar se colocó en el centro, los Lasalianos se colocaron en círculo en el exterior. Se seleccionó a un pequeño grupo para introducir su mano en el Logotipo, entre quienes se incluía: el Obispo Louis, los Hermanos, las Hermanas de La Salle, los jóvenes lasalianos, alumnos y profesores. Todos juntos levantaron el logotipo mientras cantaban “Honneur a Toi” en las versiones francesa y vietnamita.
Esta actividad mostró que todos los lasalianos se comprometen, con un corazón y una vida, a asegurar la vitalidad de la Misión Lasaliana en Vietnam y, junto con la Familia Lasaliana Internacional, nos comprometemos a servir a más niños pobres, vulnerables y marginados, para que nuestras escuelas lasalianas sean siempre accesibles a ellos.