En los comienzos de nuestro Instituto, el Fundador apoyó firmemente la doctrina de la Iglesia, incluso cuando su postura trajo consigo problemas personales, así como riesgos para él y para la dedicación de sus seguidores a la educación de los hijos de las familias que vivían en los márgenes de la sociedad. Este aspecto de la herencia educativa y espiritual del Fundador se ha transmitido entre los lasalianos de generación en generación.
Estamos orgullosos de ser religiosos laicos, ofrecemos un firme apoyo a los pastores de la Iglesia y cooperamos con la Iglesia local siempre que es posible. Hoy tenemos la oportunidad de reforzar nuestro compromiso con lo que la Iglesia, en concreto el Papa, propone no sólo a los fieles católicos, sino también al mundo.
La propuesta del Papa de un Pacto Educativo Global (PEG) se nutre de los pozos profundos de nuestra experiencia y, lo que es más importante, de nuestro carisma de “procurar una educación humana y cristiana a los jóvenes, particularmente a los pobres, según el ministerio que la Iglesia le confía. “
Desde el momento en que el Papa lanzó su pacto, nuestro Instituto respondió inmediatamente a través de las iniciativas de Hermanos y Colaboradores lasalianos en particular, y de instituciones educativas de diferentes niveles y modalidades. En la reciente edición de la publicación del Instituto, INTERCOM, se pueden encontrar ejemplos de iniciativas de apoyo al Pacto Educativo Global. También se están utilizando los medios digitales para divulgar estas iniciativas.
El momento del Pacto no puede ser más propicio, ya que en este momento el Papa está llevando a la Iglesia hacia un modelo de sinodalidad. Según el carácter sinodal de la Iglesia, cada creyente está llamado a compartir la misión de la Iglesia de ser testigos de la resurrección y de los valores de Jesús. Algunos ejemplos de estos últimos son poner a la persona en el centro, trabajar para construir la paz, promover la justicia, atender a los vulnerables y marginados, y cuidar el medio ambiente. Algunos de ellos están directamente relacionados con los siete compromisos del Pacto.
Este es el momento en que cada miembro de la Familia Lasaliana está invitado a participar, incluso a desempeñar un papel protagonista. Por lo tanto, les animo personalmente a cada uno de ustedes, Hermanos, Colaboradores Lasalianos y miembros de las comunidades educativas, a contribuir a la construcción de un mundo mejor; un mundo que para muchos representa un ideal utópico inalcanzable, pero que para nosotros representa un sueño que puede hacerse realidad.
Aprovecho esta oportunidad para darles las gracias a todos por lo que hacen cada día y por lo que continuarán haciendo para tocar y mover los corazones de las nuevas generaciones, para que sean agentes de transformación social, del bien común y del Reino de Dios.
Hno. Robert Schieler
Superior General